Gabón ha dado un paso histórico al adoptar una nueva constitución que pone fin a más de cinco décadas de dominio de la familia Bongo en el país. La nueva carta magna, adoptada por el parlamento este mes de diciembre, pretende sentar las bases para un futuro más democrático y estable en esta nación centroafricana.
El fin de una era
La familia Bongo ha gobernado Gabón desde 1967, primero bajo la administración de Omar Bongo, quien mantuvo el poder por 42 años, y luego su hijo, Ali Bongo, quien ocupó la presidencia durante más de una década. Este último fue derrocado en agosto de 2023 mediante un golpe de Estado militar que precipitó la revisión constitucional actual.
El nuevo marco constitucional introduce varias reformas significativas, entre las que se incluye la limitación del mandato presidencial a un máximo de dos periodos de cinco años, lo que contrasta con el sistema anterior que permitía reelegirse indefinidamente.
“Esta es una nueva página en la historia de Gabón, una que prioriza la transparencia, la democracia y el respeto a la voluntad del pueblo,” afirmó un portavoz del gobierno transitorio.
Además, se han introducido mecanismos para fortalecer el papel del parlamento y se ha acotado la inmunidad presidencial, lo que busca garantizar que los líderes futuros rindan cuentas por sus acciones y decisiones.
Entre los cambios más destacados en la nueva constitución se encuentran:
- Limitación del mandato presidencial a dos periodos de cinco años
- Fortalecimiento de los poderes del parlamento
- Reducción de la inmunidad presidencial
- Compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas
Esta reforma constitucional es parte de un esfuerzo más amplio liderado por el gobierno transitorio para restaurar la confianza pública y preparar al país para elecciones libres y justas. Sin embargo, algunos críticos argumentan que el verdadero cambio solo será evidente cuando se celebren elecciones, y el poder sea íntegramente transferido a un gobierno civil elegido por el pueblo.
La comunidad internacional ha estado observando la situación en Gabón de cerca, y varios países han expresado su apoyo a las reformas actuales. La esperanza es que Gabón pueda establecer un precedente en la región, donde el desafío de lograr transiciones democráticas pacíficas sigue siendo un obstáculo común.