En Suiza, una cápsula de suicidio ha sido empleada por primera vez, generando debates y controversias sobre su uso y ética. El dispositivo, conocido como Sarco, es una cápsula futurista que permite a las personas terminar con sus vidas de manera asistida.
Características de la cápsula Sarco
El funcionamiento de Sarco es sencillo pero efectivo. La persona que decide utilizarla ingresa a la cápsula y se recuesta en el asiento especialmente diseñado dentro de esta. Una vez adentro, la cápsula se cierra herméticamente y el usuario activa el proceso mediante un botón.
El dispositivo disminuye el nivel de oxígeno en la cápsula, causando una muerte indolora y rápida. Según los creadores, el proceso completo dura aproximadamente unos pocos minutos.
“La idea es ofrecer a las personas una manera digna y libre de sufrimiento para finalizar sus vidas”, mencionó Philip Nitschke, uno de los desarrolladores de Sarco.
La cápsula Sarco ha sido desarrollada con la intención de proporcionar una alternativa al suicidio asistido tradicional, que a menudo involucra sustancias químicas o métodos invasivos. Este dispositivo busca ser menos traumático para tanto el usuario como para las personas cercanas a él.
Algunas de las características destacadas de la cápsula Sarco son:
- Diseño futurista y ergonómico.
- Proceso de activación sencillo.
- Muerte rápida e indolora.
- Posibilidad de desacoplar la cápsula para utilizarla en diferentes lugares.
Suiza es uno de los pocos países que permite el suicidio asistido, regulando este acto bajo estrictas condiciones. La aparición de Sarco ha reavivado el debate sobre la legalización y regulación del suicidio asistido en el resto del mundo. Algunos sectores de la sociedad ven con buenos ojos este tipo de innovaciones, mientras que otros consideran que se deben establecer controles más rigurosos para evitar abusos y proteger a personas vulnerables.
“Es fundamental que la sociedad discuta estos temas con profundidad y sensibilidad”, añadió Nitschke.
El uso de Sarco ha abierto nuevas puertas en