La búsqueda de un ser querido desaparecido es una de las experiencias más desgarradoras que pueden enfrentar las familias. En Sonora, Griselda Soto vivió esta angustia durante siete largos años, desconociendo que su hijo había estado todo ese tiempo en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Hermosillo.

Desaparición y búsqueda

El 4 de julio de 2016, Griselda interpuso una denuncia por la desaparición de su hijo, Francisco Antonio Soto, quien tenía 30 años en ese momento. Durante años, Griselda buscó respuestas, afiliándose a colectivos de búsqueda en Sonora como parte de su incansable trabajo para encontrar a Francisco Antonio.

A pesar de sus esfuerzos, el destino de su hijo permanecía como un misterio, hasta que un giro inesperado en la investigación de las autoridades reveló la verdad. Las autoridades notificaron a Griselda que los restos de su hijo habían estado en el Semefo desde poco después de su desaparición. El cuerpo había sido encontrado en la comunidad de La Victoria, cerca de Hermosillo, poco tiempo después de que se reportara desaparecido.

• Año de desaparición: 2016
• Edad de Francisco en el momento de la desaparición: 30 años
• Duración de la búsqueda: 7 años

“Es un alivio finalmente saber qué le pasó a mi hijo, aunque nunca esperé que el lugar al que acudí a buscar ayuda tuviera las respuestas todo este tiempo,” expresó Griselda.

El caso ha dejado muchas preguntas sobre los procedimientos forenses y la capacidad de las autoridades para identificar cuerpos. También ha alimentado el diálogo en torno a las dificultades que enfrentan las familias de los desaparecidos en México, especialmente cuando los procesos burocráticos y las limitaciones institucionales agravan una situación ya de por sí complicada.

La historia de Griselda y Francisco reitera la importancia de una cooperación más efectiva y una mayor sensibilidad hacia los familiares de personas desaparecidas, quienes a menudo encuentran obstáculos insuperables en su búsqueda por la verdad y la justicia.