Establecer las condiciones de trabajo dentro de un entorno empresarial es indispensable para conseguir un correcto orden y funcionamiento. Tener lineamientos precisos permite mantener una armonía entre todos los departamentos y equipos de trabajo, así como optimizar su desempeño.
Para ello, es indispensable contar con un reglamento donde se determinen estas normativas de forma clara y certera. También rige los aspectos relacionados con las operaciones empresariales. Hablemos de este manual orientativo, sus ventajas y las condiciones que se deben considerar.
Aspectos que comprende un reglamento empresarial
¿Qué es un reglamento? Este documento es una especie de manual que considera las especificaciones de convivencia con base en derechos y obligaciones de los trabajadores. También, implica los aspectos políticos y las operaciones que realiza la empresa.
Todas las corporaciones o negocios comerciales que tengan más de 5 empleados deben tener un documento como este. Así mismo, las industriales que posean más de 10 trabajadores y las agrícolas con 20 o más.
Aspectos de un reglamento
Este comprende una serie de componentes como los siguientes:
- Estipulaciones del horario laboral que deben cumplir los empleados, horarios extendidos y los lapsos de descanso, así como de vacaciones remuneradas.
- Definiciones de cada cargo y sus responsabilidades, también se especifica los espacios de trabajo.
- Los aspectos relacionados con el salario, diferentes remuneraciones y beneficios. Puntualizando las fechas, horas y lugares donde se harán los pagos.
- Se establecen todas las obligaciones que deben tener los empleados, así como las prohibiciones.
- Están determinados los criterios necesarios para la selección de personal.
- Se delinea el organigrama que rige a la empresa y las especificaciones que tiene cada cargo y su jerarquización.
- Las normas de seguridad que deben abordarse para mantener el orden e integridad de todos los trabajadores.
- Deben estar señaladas con claridad y transparencia las sanciones estipuladas para los trabajadores que incumplan las normativas. Aquí se establece una escala de sanciones y los responsables de recibir quejas de cualquier problema que se presente.
- Están descritos todos los mecanismos y estipulaciones para solicitar permisos y licencias de diversas índoles.
- Se estipulan criterios de admisión, proceso de entrenamiento y duración de los períodos de prueba.
- Acceso a servicios médicos que proporciona la entidad.
Elaboración de un reglamento
El departamento de recursos humanos delinea un manual que debe cumplir con ciertos parámetros para que se considere como un documento legal. Debe estar elaborado de forma concisa y clara; representa una extensión del contrato de trabajo.
Lo primero que se hace para crear un reglamento de este tipo, es realizar un diagnóstico que ayude a determinar los puntos a corregir y trabajar. Una vez hecho esto, se desglosan todos los puntos con relación a una legislación o marco legal vigente.
La propuesta de reglamento se presenta ante la directiva para corregir cualquier detalle o los errores que se presenten. Quienes estén desarrollando el documento deben reunirse con los trabajadores para no perder ningún aspecto que deba adicionarse. Es necesario contar con el visto bueno de los empleados.
Luego que la gerencia apruebe este documento, se seguirá un minucioso registro de la efectividad y su rendimiento. Se requiere supervisar la implantación y corregir todos los aspectos que no tengan el funcionamiento esperado. Una buena idea es aplicar herramientas tecnológicas de rendimiento al supervisarlo.
El reglamento se publica, y luego de 15 días hábiles, se aplican las correcciones pertinentes. Lo anterior, incluye la participación de los sindicatos, quienes se aseguran que las normas no violenten los derechos adquiridos por los trabajadores.
Ventajas de aplicar un reglamento
Una empresa que aplica debidamente su reglamento podrá disfrutar de muchos beneficios, uno de los cuales es tener un clima organización agradable, ordenado y productivo. Veamos algunas de sus ventajas.
- Claridad y transparencia en todos los procesos de la empresa. Se evitan problemas, confusiones o malos entendidos.
- Existirá una mejor comunicación entre las partes, determinándose cuáles son los canales regulares para tramitar cualquier situación. Esto permite que los empleados se sientan cómodos y seguros de la organización para la que trabajan, fortaleciendo los lazos laborales, la motivación y el compromiso.
- Los empleados tendrán el mismo trato, por lo que existe equidad y justicia dentro de la organización.
- Se mejora la eficiencia y productividad, ya que los procesos se estandarizan lográndose gran consistencia.
- Es posible evitar conflictos y diversas problemáticas que surgen en el trato diario y en el ejercicio de los procesos comerciales.
- Se convierte en un respaldo para disputas legales, promoviendo un ambiente seguro y más positivo.
- Existe predictibilidad, por lo que pueden identificarse posibles situaciones y tomar decisiones más informadas.
- Ayuda a que los empleados conozcan cuáles son los objetivos organizacionales y así pueden orientarse en función a ello.
- Los valores de la organización se cultivan de forma más efectiva y se crea un clima productivo. También contribuye a generar un sentido de pertenencia.
- Permite proteger a la empresa de cualquier riesgo, evitando demandas y situaciones negativas con los trabajadores. Esto, a su vez, ayuda a que la reputación de la misma esté más protegida.
- La organización estará adaptada y actualizada con los cambios y la evolución que se suscitan en el mundo de la administración empresarial.
Optimiza los procesos de tu organización
Esta es una herramienta fundamental en cualquier organización, porque permite crear un entorno más justo y ordenado. Cuando se establecen de forma clara las reglas del juego, cada trabajador de la empresa puede crecer de una manera más efectiva, fortaleciéndose las relaciones entre todo el equipo.
Si tienes una empresa, y quieres elaborar un reglamento, o realizar alguna transformación, sigue estas recomendaciones y consigue esa excelencia que esperas.
Tus empleados también poseerán una mayor claridad y podrán desempeñarse de manera efectiva. Conocerán qué se espera de ellos, así como sus derechos, las obligaciones que tienen y sus responsabilidades.
Invierte en el futuro del negocio, esta es una de las mejores maneras de garantizar su crecimiento y productividad. Así mismo, tendrás un mayor control con respecto a todos tus procesos comerciales.
Garantiza un trato justo y equitativo, la organización correcta y el establecimiento de directrices claras. Como resultado, podrás alcanzar esos objetivos que te habías planteado. ¿Qué esperas para conquistar tus metas corporativas?