El Consejo Estatal de Producción y Protección del Maíz Nativo de Chihuahua (CSP Maíz Nativo) está tomando medidas para proteger la siembra de maíz criollo después del fallo de un panel que podría impactar negativamente esta actividad agrícola tradicional. La preocupación principal del consejo es que las decisiones tomadas afecten de manera adversa los cultivos locales del cereal, que han sido parte esencial de la agricultura mexicana durante siglos.

Importancia del maíz criollo

El maíz criollo es fundamental para la diversidad biológica y cultural de México. Las variedades nativas no solo poseen un valor histórico, sino que también aportan cualidades únicas en resistencia climática y nutrición. Por ello, preservar estas especies es vital tanto para la seguridad alimentaria como para la identidad cultural del país.

Ante las recientes decisiones que permitirían la entrada de semillas transgénicas, el CSP Maíz Nativo ha manifestado su inquietud. Argumentan que la coexistencia de maíz genéticamente modificado podría contaminar las variedades criollas a largo plazo. Para abordar estas preocupaciones, el organismo ha establecido un plan de acción que incluye la implementación de medidas restrictivas contra el uso de semillas no nativas.

El presidente del consejo, Juan Carlos Hernández, declaró en un comunicado:

“Es esencial que protejamos nuestras variedades nativas para preservar nuestra biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria de las futuras generaciones.”

El CSP Maíz Nativo ha identificado varias acciones prioritarias para asegurar la protección del maíz criollo:

• Fortalecimiento de la vigilancia en áreas de cultivo.
• Incentivos para los agricultores que cultiven maíz criollo.
• Educación y capacitación sobre prácticas agrícolas tradicionales.

El organismo también busca el apoyo del Gobierno Federal para implementar políticas públicas que favorezcan el desarrollo sostenible del maíz criollo. Consideran que el respaldo gubernamental es crucial para enfrentar los desafíos que presenta la globalización y las prácticas agrícolas modernas.

Por último, resaltan la importancia de unir fuerzas con organizaciones no gubernamentales y grupos indígenas para promover la concienciación sobre los riesgos asociados a la introducción de semillas transgénicas en el país.