Una estrategia alternativa ha surgido en la industria de importaciones para evadir los aranceles impuestos por Estados Unidos, revelando cómo algunas empresas están operando dentro del marco legal para minimizar costos. Esta práctica, aunque legal, detona debates sobre su ética y las repercusiones que podría tener en el comercio internacional.

Estrategias de importación

Las empresas están recurriendo a un proceso conocido como ‘mínimos de minimis’, una disposición legal que permite el ingreso de bienes al país sin pagar aranceles, siempre y cuando el valor de esos bienes no sobrepase un límite determinado. En Estados Unidos, este umbral es de 800 dólares. Empresas han estado dividiendo sus envíos en partes más pequeñas para beneficiarse de esta exención, evitando así pagar aranceles altos en productos que de otra manera estarían sujetos a tarifas significativas.

El uso estratégico de la exención de minimis ha aumentado significativamente en los últimos años, especialmente entre compañías que importan productos a gran escala. Esto no solo incluye productos finales sino también componentes que son esenciales para las cadenas de suministro de diversas industrias.

• El umbral para la exención de aranceles en EE.UU. es de 800 dólares.
• La práctica se ha incrementado considerablemente, facilitando las operaciones de varias empresas.

Un directivo de una de las empresas señaló:

“Esta es una práctica completamente legal y nos permite mantener los costos bajos, lo que repercute en precios más competitivos para nuestros clientes”.

Sin embargo, esta estrategia enfrenta críticas por su posibilidad de distorsionar la competencia y poner en desventaja a las empresas que cumplen con todos los aranceles previstos.

Mientras esta práctica se vuelve cada vez más común, las autoridades han comenzado a analizar más detenidamente el fenómeno para garantizar que no se abuse de la disposición ni se socaven las relaciones comerciales con los socios internacionales.

La discusión continúa sobre si el uso de estos mecanismos debería ser limitado o regulado de manera más estricta para evitar desequilibrios en el mercado y asegurar una competencia justa entre las diferentes empresas importadoras.