En el contexto actual de la demanda energética global, México enfrenta el desafío de reducir su dependencia del gas natural importado. Este aspecto se vuelve cada vez más crítico debido a que más del 70% del gas consumido en el país es de procedencia extranjera, especialmente de Estados Unidos. Esta situación ha llevado a numerosos expertos a instar al Gobierno a implementar medidas para fomentar la producción nacional de gas natural.
Producción nacional: una necesidad imperante
El ingeniero Sergio Huerta, reconocido experto en el sector energético, subrayó la importancia de adoptar una estrategia integral que promueva y aumente la producción local. Durante un reciente foro, Huerta afirmó:
“México tiene un gran potencial para aumentar su producción de gas natural y reducir así nuestra dependencia del exterior. Es crucial aprovechar estos recursos de manera sostenible y eficiente.”
Los datos proporcionados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) respaldan estas preocupaciones. En los últimos años, la producción interna ha mostrado una tendencia decreciente, lo que ha incrementado la vulnerabilidad del país frente a cambios en los precios internacionales y la política energética de otras naciones.
El sector industrial es uno de los más afectados por esta dependencia, dado que el gas natural es un insumo clave para numerosas actividades económicas. Esto ha generado un llamado urgente para adoptar políticas públicas que incentiven la exploración y explotación de yacimientos mexicanos.
- El 70% del gas natural consumido es importado.
- El país dispone de un gran potencial para la producción local.
- La producción interna ha disminuido en los últimos años.
Además, el Gobierno ha sido llamado a invertir en tecnología y capacitación, así como a establecer un marco regulatorio que facilite la inversión privada en el sector. Estas acciones no solo podrían mitigar la dependencia de importaciones, sino también estimular la creación de empleos y el desarrollo económico en regiones con recursos naturales.
En resumen, reducir la importación de gas natural es un reto que México debe enfrentar con urgencia para asegurar su autonomía energética y fortalecer su economía frente a cambios globales. La participación activa de todos los sectores involucrados será fundamental para alcanzar estos objetivos.
