En los estados de Guanajuato y Querétaro, las autoridades enfrentan un desafío significativo en su lucha contra el robo de combustible, un delito que ha tenido un impacto negativo en la economía y la seguridad de la región. La petrolera nacional, Petróleos Mexicanos (Pemex), ha reportado que al menos siete ductos de los que opera en estos estados han sido afectados por actividades delictivas.
Incremento en el robo de combustible
Según las estadísticas proporcionadas por Pemex, el robo de combustible en esta zona ha mostrado un incremento alarmante. Este delito, conocido como “huachicoleo”, ha significado pérdidas millonarias para la empresa, así como un riesgo para las comunidades cercanas debido a las explosiones y fugas que estos actos ocasionan.
Un portavoz de Pemex señaló:
“Hemos redoblado los esfuerzos en coordinación con las autoridades estatales y federales para controlar esta situación. Se han intensificado los patrullajes y se han mejorado los sistemas de monitoreo en las áreas afectadas”.
Las autoridades locales también han estado trabajando en la implementación de medidas para fortalecer la seguridad en las instalaciones de Pemex y reducir así las incidencias de robo. Sin embargo, la tarea se presenta complicada debido a la sofisticación de los grupos criminales involucrados.
En un esfuerzo por ilustrar la magnitud del problema, se han proporcionado los siguientes datos estadísticos:
- Guanajuato registra el mayor número de tomas clandestinas detectadas en lo que va del año.
- Querétaro ha visto un incremento del 20% en las incidencias comparado con el año anterior.
- En toda la región se estima que las pérdidas por robo ascienden a más de 3 mil millones de pesos anuales.
Estos actos delictivos no solo afectan al sector energético, sino que también tienen repercusiones en diversas áreas de la sociedad. Las autoridades han hecho un llamado a la población para que colaboren con denuncias anónimas que puedan ayudar a erradicar este fenómeno.
