El déficit presupuestario de Estados Unidos ha experimentado un incremento significativo en el año fiscal que concluyó el 30 de septiembre, alcanzando 1.7 billones de dólares, lo que representa un aumento del 39% respecto al año anterior. Este aumento ha generado preocupación en torno a la sostenibilidad fiscal del país.
Causas del aumento del déficit
El Departamento del Tesoro y la Oficina de Administración y Presupuesto han señalado varias razones detrás de este incremento. Un factor destacado es el aumento en el gasto público, especialmente en programas de asistencia social y servicios de salud. Además, se menciona una reducción en los ingresos fiscales, influenciada en parte por menores ingresos por impuestos corporativos.
La administración actual ha tenido que enfrentar retos significativos, incluyendo la gestión de programas de infraestructura y el apoyo a la economía pospandemia. Estos factores han contribuido al aumento del gasto público. Por otro lado, la recaudación de impuestos no ha mantenido el ritmo de las necesidades de financiación, lo que ha llevado a un desequilibrio presupuestario.
En términos numéricos, el panorama del déficit se ve así:
- Déficit total: 1.7 billones de dólares.
- Aumento respecto al año anterior: 39%.
- Impacto en programas de infraestructura y salud: notable.
Janet Yellen, Secretaria del Tesoro, ha declarado que es necesario abordar este déficit con urgencia. Enfatizó la importancia de encontrar un equilibrio entre el gasto en programas esenciales y la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Es fundamental que trabajemos juntos para mantener nuestras finanzas públicas en una senda sostenible, mientras continuamos apoyando el crecimiento económico y la prosperidad.
La administración está evaluando diferentes estrategias para controlar el déficit y garantizar que el gasto público se utilice de manera eficiente, sin comprometer el bienestar de los ciudadanos. Entre las posibles medidas están la revisión de ciertos programas de gasto y la evaluación de la estructura impositiva.
