La tradición de la Rosca de Reyes sigue siendo un elemento central en las festividades mexicanas del 6 de enero, y este año no fue la excepción. Sin embargo, los consumidores han notado un aumento considerable en los precios de este tradicional pan, lo que ha generado diversas reacciones en el mercado y entre los compradores.
Aumento en los precios
El incremento en el costo de la Rosca de Reyes en el último año ha sido notable, con un alza promedio del 20%. Este aumento está vinculado a factores económicos que han impactado a diversos ingredientes esenciales para la elaboración de este postre tradicional, como la harina, los huevos y los lácteos. Los panaderos y líderes del sector señalaron que el alza en los precios es un reflejo de la inflación que ha afectado varios sectores de la economía mexicana.
Los consumidores que buscaban celebrar el Día de Reyes con la tradicional rosca tuvieron que ajustar sus presupuestos, encontrando precios superiores a los del año pasado. Aunque algunos buscaron alternativas en establecimientos más económicos, la mayoría terminó por adquirir la rosca a pesar del aumento, dada la importancia cultural de la celebración.
Según la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (CANAINPA), estos son algunos datos relevantes sobre el incremento en los precios de la Rosca de Reyes:
- 20% de incremento promedio en el precio de la Rosca de Reyes en 2023.
- Incremento en los costos de producción debido a la inflación de insumos básicos.
En ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, donde la demanda es particularmente alta, los precios variaron notablemente dependiendo de la calidad y del lugar de adquisición, con algunas panaderías ofreciendo versiones más sofisticadas de la rosca que incluían ingredientes premium y, por ende, precios aún más elevados.
“Era de esperarse un incremento, los insumos están más caros por todos lados, pero nosotros tratamos de mantener la calidad para nuestros clientes”, comentó un panadero del centro de la capital.
A pesar de los desafíos económicos, la tradición se mantuvo firme, con familias reuniéndose para compartir la rosca, una taza de chocolate caliente y, por supuesto,