El debate sobre el límite de deducción de impuestos estatales y locales (SALT, por sus siglas en inglés) ha resurgido como un tema clave en el ámbito fiscal de Estados Unidos. La disposición, que fue impuesta por primera vez en 2017 durante el mandato del expresidente Donald Trump, ha sido objeto de controversia, especialmente en estados con altos impuestos como Nueva York, Nueva Jersey y California.

El impacto del límite SALT

El límite SALT establece un máximo de $10,000 sobre las deducciones que los contribuyentes individuales pueden reclamar por los pagos de impuestos estatales y locales. Este tope se estableció como parte de la reforma fiscal de Trump, con el objetivo de compensar recortes más amplios en las tasas de impuestos federales. Sin embargo, el límite ha sido fuertemente criticado por legisladores de estados con impuestos elevados, quienes argumentan que penaliza a sus residentes al incrementar su carga fiscal neta.

Los efectos del límite son particularmente significativos en ciertas zonas del país. Cabe destacar que:

• Más del 45% de los residentes en algunos condados de Nueva York y Nueva Jersey se ven afectados.
• El impacto es considerable en áreas de alto costo de vida donde los impuestos son substancialmente altos.

La eliminación o modificación del límite SALT continúa siendo una prioridad para algunos grupos legislativos. Los representantes de los estados afectados han estado presionando para incluir cambios en la legislación fiscal futura.

“La gente está pagando más impuestos federales debido a esta injusta disposición. Es necesario un ajuste para asegurar la equidad fiscal,” afirmó un representante de Nueva York.

Sin embargo, los opositores a la eliminación del límite argumentan que revertirlo beneficiaría desproporcionadamente a las familias de mayores ingresos, contradiciendo los esfuerzos por un sistema fiscal más progresivo. A medida que se avecinan nuevas discusiones sobre reformas fiscales, el futuro del límite SALT sigue siendo incierto, pero definitivamente está en el centro del debate político en Estados Unidos. La batalla política sobre este tema no muestra señales de disminuir pronto, con ambos lados del espectro político firmes en sus posiciones respecto a su potencial impacto económico y social.