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La escalada entre Israel y Hezbolá podría desencadenar una operación terrestre, poniendo en riesgo la estabilidad regional y la seguridad de miles de personas.
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El conflicto entre Israel y Hezbolá: tensiones actuales

El Gobierno de Israel ha informado a altos mandos de la defensa estadounidense sobre su plan para llevar a cabo una operación terrestre en el Líbano, en respuesta a los ataques de Hezbolá y otras milicias apoyadas por Irán en los últimos días. Según un informe de las Fuerzas de Defensa de Israel, esta operación tiene como objetivo principal neutralizar las capacidades ofensivas de Hezbolá y proteger a los ciudadanos israelíes en la región.

Escalada de tensiones en la frontera

La escalada de tensiones entre Israel y Hezbolá ha ido en aumento tras una serie de incidentes violentos en la frontera norte de Israel. El Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaró que su país no tolerará ataques contra su territorio y que están preparados para tomar medidas drásticas si es necesario.

”No dudaremos en utilizar toda nuestra fuerza para asegurar la paz y tranquilidad de nuestros ciudadanos”, afirmó Gallant.

De acuerdo con el informe del Gobierno israelí, la operación será una de las más complejas y riesgosas que se han llevado a cabo en la última década, debido a la presencia y fortificación de Hezbolá en el sur del Líbano. Además, se mencionó que Estados Unidos está al tanto de cada movimiento y proporciona su apoyo en labores de inteligencia y logística.

Entre los datos relevantes presentados en el informe, se encuentran:

  • Más de 100 mil misiles se encuentran en poder de Hezbolá.
  • Se ha registrado un aumento del 30% en los incidentes violentos en la frontera desde agosto.
  • Israel ha movilizado 20 mil soldados adicionales a la frontera norte.

Israel ha subrayado que la operación terrestre será el último recurso y que prefieren una solución diplomática al conflicto.

”Estamos abiertos al diálogo, pero no permitiremos que se nos intimide”, agregó Gallant.

Por su parte, el Gobierno del Líbano ha pedido calma y ha solicitado la intervención de organismos internacionales para evitar una mayor escalada del conflicto. Sin embargo, el futuro de la región sigue siendo incierto mientras ambas partes permanecen en estado de alerta máxima.

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