Un grupo de legisladores estadounidenses ha solicitado a la Comisión de Seguridad en Productos del Consumidor (CSPC, por sus siglas en inglés) que aborde las preocupaciones relacionadas con la seguridad de los automóviles de origen chino que actualmente se encuentran disponibles en el mercado estadounidense.
Preocupaciones sobre la seguridad vehicular
En una carta dirigida a la presidenta de la CSPC, Alexander Hoehn-Saric, los legisladores señalaron que la creciente importación de vehículos chinos podría representar un riesgo significativo para los consumidores estadounidenses. Los legisladores subrayaron la importancia de garantizar que estos vehículos cumplan con los estándares de seguridad necesarios, destacando las preocupaciones sobre posibles defectos en el diseño y la calidad de fabricación.
El senador Richard Blumenthal mencionó en la carta que era crucial para la CSPC actuar rápidamente para evaluar estos riesgos y proteger a los consumidores. Destacó que una falta de acción podría resultar en graves consecuencias.
“Los consumidores estadounidenses confían en que los productos que compran, incluidos los automóviles, cumplen con altos estándares de seguridad. No podemos permitir que vehículos con posibles fallas en seguridad circulen en nuestras calles”
Los legisladores resaltaron que los autos provenientes de China han mostrado deficiencias en varias áreas críticas:
- Sistemas de frenos
- Bolsas de aire
- Estructura del chasis
- Sistemas electrónicos
Estas preocupaciones vienen en un contexto de creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, donde ambos países se han impuesto aranceles y restricciones mutuamente en diversas áreas económicas. Los legisladores subrayan la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar incidentes que puedan poner en peligro la vida de los conductores y pasajeros.
Hasta el momento, la CSPC no ha emitido una respuesta oficial a la carta. Sin embargo, se espera que tome en cuenta las preocupaciones expresadas por los legisladores y realice una evaluación exhaustiva de los vehículos chinos importados. Esta acción es fundamental para mantener la confianza de los consumidores en la seguridad de los productos disponibles en el mercado estadounidense.