La metrópoli de El Cairo, conocida por su rica y vasta historia que se extiende durante milenios, enfrenta una amenaza constante a uno de sus patrimonios más preciados: sus cementerios históricos. Estas tierras sagradas, que han resguardado los restos de figuras importantes desde hace más de mil años, están siendo destruidas por un acelerado proceso de modernización urbana.

Un legado en riesgo

Los cementerios en cuestión incluyen el famoso “Cementerio de la Ciudad de los Muertos” y otros camposantos históricos que han sido parte del tejido cultural y arquitectónico de la ciudad. Sin embargo, estos lugares se encuentran bajo una amenaza inminente debido a proyectos de infraestructura que buscan modernizar la ciudad.

El gobierno egipcio ha impulsado una serie de proyectos, incluyendo nuevas autopistas y áreas residenciales, que han conducido a la demolición parcial de estos cementerios. La justificación del gobierno señala la necesidad de integrar mejor y modernizar la infraestructura de El Cairo, una de las ciudades más densamente pobladas del mundo.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, muchos egipcios y activistas por la preservación del patrimonio han expresado su preocupación por la pérdida irreparable que estas obras pueden causar en la herencia cultural de la nación.

Un residente local comentó sobre la situación, diciendo:

“Es desgarrador ver cómo se destruyen nuestros recuerdos e historia en nombre del progreso.”

Las preocupaciones acerca de la futura pérdida de patrimonio se sustentan en datos reveladores:

• Se estima que alrededor del 50% de los cementerios históricos ya han sido afectados.
• Más de 100 tumbas de figuras históricas han sido alteradas o demolidas.
• La población de El Cairo ha crecido un 20% en la última década, incrementando la presión sobre estas áreas históricas.

A pesar de la controversia, el gobierno sigue adelante con sus planes, lo que ha iniciado un debate profundo y divisivo entre los que buscan preservar el pasado y aquellos que abogan por el desarrollo urbano. Este dilema pone a El Cairo en el cruce de caminos entre conservar su rica historia y adaptarse a las necesidades de una ciudad moderna en expansión.