Un nuevo estudio ha puesto de relieve los retos que enfrentan las instituciones financieras en México para erradicar los sesgos de género en la concesión de créditos. De acuerdo con el análisis, las mujeres todavía encuentran obstáculos significativos al intentar acceder a servicios financieros esenciales, lo que refleja una disparidad persistente entre géneros en el sector.
Desigualdades en el acceso al crédito
El informe revela que, aunque ha habido avances en el acceso de las mujeres a productos financieros, persisten importantes desigualdades. Uno de los hallazgos más destacados es que las mujeres a menudo reciben límites de crédito más bajos en comparación con sus contrapartes masculinas, incluso cuando tienen un perfil crediticio similar.
Las estadísticas presentadas en el estudio son alarmantes:
- Las mujeres reciben, en promedio, un 25% menos de crédito que los hombres.
- El porcentaje de mujeres que accede a créditos empresariales es un 10% menor que el de hombres.
- Solo el 30% de las mujeres tiene acceso a productos financieros adecuados para sus necesidades.
El estudio enfatiza la necesidad de que las instituciones financieras reevalúen sus políticas y prácticas para eliminar estos sesgos. La falta de acceso adecuado a financiamiento para las mujeres no solo limita el crecimiento económico individual, sino que también tiene un impacto negativo en el desarrollo económico del país.
Expertos en la materia resaltan que los sesgos de género en el sector financiero pueden ser inconscientes, pero son perjudiciales. Ana Rodríguez, analista económica, declaró:
“Es crucial que las instituciones financieras implementen medidas proactivas para asegurar la equidad de género. Esto no solo es una cuestión de justicia social, sino también una oportunidad económica para expandir su base de consumidores.”
Además, se destacó en el estudio que la educación financiera juega un papel vital en el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, muchas de ellas aún carecen de acceso a programas de capacitación adecuados, lo que limita su capacidad para tomar decisiones financieras informadas.
Para abordar estos desafíos, se recomienda que las instituciones financieras desarrollen productos y servicios personalizados que se adapten a las necesidades de las mujeres