Recientemente, en la Ciudad de México, un grupo de manifestantes se congregó en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) para mostrar su desacuerdo con la exposición de la artista argentina Ana Gallardo. La muestra, denominada “Un lugar para los desaparecidos”, ha sido objeto de críticas por parte de un colectivo de madres buscadoras y activistas que la consideran insensible y ofensiva.
Críticas a la exposición
Las manifestantes, principalmente mujeres, sostienen que la exhibición trivializa la grave problemática de las desapariciones forzadas en el país, un tema que ha dejado cicatrices profundas en la sociedad mexicana. La aparición de sillas vacías en la obra de Gallardo fue un enfoque particularmente criticado, ya que se interpretó como una simplificación del dolor y el sufrimiento de las familias afectadas.
Una de las participantes en la protesta señaló:
“No podemos permitir que se haga arte con nuestro dolor sin consultarnos, sin entender la verdadera dimensión de nuestra pérdida”.
El descontento también se ha manifestado en las redes sociales, donde varios usuarios han expresado que el arte no debe ser un espacio para reproducir el dolor ajeno sin un impacto positivo o sin ofrecer soluciones.
La dirección del museo ha respondido a estas quejas invitando al diálogo y destacando que el arte contemporáneo busca abrir espacios de reflexión y generar conversaciones sobre temas complejos y difíciles. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para calmar las críticas.
Según cifras oficiales, México enfrenta una crisis de desapariciones forzadas que se ha agravado en las últimas décadas:
- Más de 100,000 desaparecidos desde 1964
- Alrededor de 25,000 cuerpos no identificados en servicios forenses
- Un aumento considerable en los últimos seis años
Este contexto explica la sensibilidad con la que se percibe cualquier representación simbólica de las ausencias y pérdidas humanas en el país. Las críticas a la exposición de Ana Gallardo son un recordatorio del dolor persistente que enfrentan miles de familias mexicanas y la necesidad de abordar este tema con el respeto y la profundidad que merece.