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Uber enfrenta un desafío crucial: financiar la seguridad social de los conductores podría poner en riesgo su modelo de negocio en México.
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Uber enfrenta desafío con seguridad social para conductores mexicanos

Uber, la popular aplicación de transporte, ha declarado que resultaría imposible para la compañía financiar la seguridad social de sus conductores en México. Esta declaración surge en respuesta a las recientes discusiones sobre el modelo laboral de los trabajadores de plataformas digitales y las propuestas para mejorar sus condiciones laborales.

El reto de financiar la seguridad social

De acuerdo con la postura de Uber, la empresa enfrenta un desafío significativo al considerar la viabilidad económica de asumir estos costos. Un portavoz de la compañía señaló que financiar la seguridad social de forma directa para cada conductor y repartidor afectaría gravemente su modelo de negocio.

Los costos asociados a la seguridad social de todos nuestros socios serían inasumibles y pondrían en riesgo la operación de la plataforma en el país.

Actualmente, Uber opera bajo un modelo en el cual los conductores son considerados socios independientes. Esta clasificación los excluye del acceso automático a beneficios de seguridad social, como medicanía y pensiones, que son comunes en empleos tradicionales.

La discusión sobre la obligación de las plataformas digitales de proporcionar seguridad social a sus trabajadores ha adquirido relevancia en el escenario político y social. Diversas organizaciones y colectivos han demandado un cambio en la legislación para asegurar una mayor protección a estos trabajadores.

  • Se estima que más de 300 mil conductores trabajan bajo este esquema en México.
  • Cerca del 70% de estos socios conductores tienen ingresos provenientes únicamente de su trabajo en plataformas digitales.

Uber ha manifestado estar abierto al diálogo con autoridades para encontrar soluciones que equilibren las necesidades de los conductores con la sostenibilidad de su modelo de negocio. Sin embargo, recalca que cualquier medida que imponga cargas económicas excesivas podría ser contraproducente para todas las partes involucradas.

Mientras tanto, los debates continúan y se espera que las decisiones que se tomen en los próximos meses definan el futuro laboral de miles de personas que dependen de estas plataformas para su subsistencia en México.

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