En medio de una ola de violencia y extorsiones que afecta a tortillerías en varias regiones del país, representantes del sector han exigido que antes de considerar acuerdos sobre los precios, el Gobierno debe enfocarse en garantizar la seguridad. Para muchas tortillerías pequeñas y medianas, la inseguridad se ha convertido en un desafío diario, afectando tanto a sus operaciones como a sus costos.
La inseguridad en las tortillerías
Los comerciantes han denunciado que las pandillas y grupos criminales extorsionan a los negocios, exigiendo pagos a cambio de “protección”. Las amenazas y actos de violencia han generado un clima de miedo que complica la continuidad de muchas operadoras de tortillerías.
Un representante de los tortilleros comentó:
“No podemos hablar de pactos de precios si no hay seguridad para nuestras familias y nuestros negocios”
. El sector insiste en que el Gobierno debe actuar de manera más efectiva para detener las extorsiones y proporcionar un entorno seguro para los negocios.
La inseguridad no solo eleva los costos operativos, sino que también desalienta la expansión y crecimiento de los negocios de tortillas. Muchos comerciantes se ven forzados a cerrar sus puertas temporal o permanentemente, afectando así el suministro de tortillas, un alimento básico en la dieta nacional.
En cuanto a la propuesta de pacto tortillero, los comercios mayores aseguran que un acuerdo que no considere primero la seguridad resultaría ineficaz. Sin medidas adecuadas para combatir las extorsiones y asegurar la tranquilidad de los ciudadanos y comerciantes, el pacto se quedaría solo en buenas intenciones.
Las estadísticas muestran el impacto de la inseguridad en el sector:
- Alta incidencia de extorsiones en negocios pequeños.
- Cierres permanentes de tortillerías en áreas violentas.
- Incremento en los costos operativos debido a medidas de seguridad adicionales.
Ante esta situación, el llamado a las autoridades es claro: brindar condiciones de seguridad adecuadas antes de centrarse en estrategias de estabilidad de precios. Los tortilleros piden que sus preocupaciones se tomen en serio para que puedan seguir proporcionando un alimento esencial sin comprometer