En una medida que podría cambiar la forma en que los turistas experimentan uno de los monumentos más icónicos de París, el gobierno francés está considerando implementar un cobro para aquellos que deseen visitar la emblemática Catedral de Notre Dame. Esta propuesta ha surgido en medio de los esfuerzos por financiar la restauración y mantenimiento continuo del sitio histórico, que sufrió graves daños por un incendio devastador en abril de 2019.
Propuesta de ingresos para la restauración
El incendio en Notre Dame generó una oleada de solidaridad internacional, con donaciones por valor de cientos de millones de euros para su reconstrucción. Sin embargo, las autoridades francesas consideran que se necesitan más recursos para asegurar el mantenimiento a largo plazo del edificio y han propuesto que los visitantes paguen una tarifa de entrada.
La ministra de Cultura de Francia, Rima Abdul Malak, afirmó la importancia de encontrar fuentes de financiamiento sostenibles para el patrimonio nacional.
Notre Dame no es solo un símbolo de París, sino de todo el mundo; necesitamos asegurar su futuro para las generaciones venideras.
De implementarse, el cobro de entrada podría generar ingresos significativos para el gobierno francés. Algunas cifras proporcionadas por los responsables del proyecto sugieren un potencial relevante:
- Notre Dame atrae a aproximadamente 12 millones de visitantes anualmente.
- Incluso un cobro modesto de 5 euros podría generar 60 millones de euros al año.
- Estos fondos podrían canalizarse directamente al mantenimiento del patrimonio y la mejora de instalaciones turísticas.
El debate sobre esta propuesta está aún en sus primeras etapas, y el gobierno se compromete a consultar con diversos grupos de interés antes de adoptar cualquier medida definitiva. No obstante, es evidente que la gestión de sitios de importancia cultural global, como Notre Dame, requiere soluciones innovadoras para mantenerse sostenibles y accesibles a las futuras generaciones. Las discusiones continuarán para determinar la mejor manera de equilibrar la necesidad de financiamiento con el acceso público al patrimonio histórico francés.