En un giro inesperado de los acontecimientos políticos en Israel, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu despidió a su Ministro de Defensa, Yoav Gallant, después de que éste manifestara su desacuerdo con las reformas judiciales propuestas por el Gobierno. Estas reformas han generado controversia y protestas masivas en todo el país, dado que muchos ciudadanos las consideran una amenaza para la democracia israelí.
Controversia por las reformas judiciales
La destitución de Gallant ocurrió después de que el Ministro hiciera público su desacuerdo con el plan del Gobierno para limitar los poderes del sistema judicial israelí. Gallant, miembro del partido Likud, el mismo al que pertenece Netanyahu, argumentó que estas medidas podrían dañar la seguridad nacional y provocar una fractura en la sociedad. En su declaración, enfatizó la urgencia de buscar un consenso nacional.
“Debemos detener el proceso legislativo por el bien de la seguridad del Estado de Israel. La división dentro de la sociedad es un peligro claro, tangible e inmediato para la seguridad de Israel”, expresó Gallant en un discurso televisado.
El despido de Gallant ha intensificado las protestas contra estas reformas, y miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv y otras ciudades para mostrar su apoyo al exministro y su rechazo a las medidas gubernamentales. Las manifestaciones incluyeron bloqueos de carretera y enfrentamientos con la policía.
Desde que se anunciaron las reformas en enero, se han realizado protestas recurrentes en toda la nación. Según analistas políticos, esta decisión de Netanyahu podría profundizar la crisis política que enfrenta el país y acrecentar la presión internacional sobre su Gobierno.
Algunos datos sobre la situación actual incluyen:
- Decenas de miles de manifestantes se han congregado semanalmente desde que se propusieron las reformas.
- Más del 60% de la población israelí se opone a estas reformas, según encuestas recientes.
- Varios miembros del partido Likud han expresado reservas sobre el paquete de reformas.
La comunidad internacional también ha expresado su preocupación. Varios gobiernos han instado a Netanyahu a reconsiderar su plan y a buscar un diálogo inclusivo con