En un anuncio reciente, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha revelado que las transferencias electrónicas y los pagos digitales en México generarán un impacto económico significativo para el año 2028. Los expertos proyectan que este sector aportará aproximadamente 12 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) del país, lo cual subraya la importancia de la transformación digital en la economía mexicana.
Aumento en la Adopción de Pagos Digitales
La creciente preferencia por los pagos digitales ha sido impulsada por una combinación de factores, incluyendo la pandemia de COVID-19, que aceleró la digitalización de varios servicios financieros. Con el aumento de la población digitalmente conectada en México, se espera que los métodos de pago electrónicos continúen expandiéndose a tasas impresionantes.
El INAI informó que la adopción de pagos digitales en el país está alcanzando nuevos niveles, con estadísticas que reflejan un crecimiento continuo en los próximos años. Los beneficios de esta tendencia no se limitan a la comodidad y eficiencia para los consumidores, sino que también generan un impacto positivo en la economía de México.
Algunos de los datos más relevantes incluyen:
- Se estima que el uso de pagos digitales crezca a una tasa anual promedio del 15% hasta 2028.
- Los comercios que adoptan sistemas de pago electrónico han visto un incremento en sus ventas de hasta el 30%.
Roberto Salcedo, experto en el tema, mencionó:
“La digitalización de los pagos es una tendencia global que México no puede pasar por alto si busca mantenerse competitivo a nivel internacional.”
A medida que México avanza en esta dirección, las autoridades y entidades financieras continúan colaborando para establecer un marco regulatorio que asegure la transparencia y la protección de los datos personales de los usuarios. La infraestructura necesaria para el éxito de este crecimiento ya está en desarrollo, con gobiernos locales y federales invirtiendo en tecnologías de última generación que faciliten la integración y el acceso a servicios financieros digitales. Este esfuerzo conjunto promete transformar el panorama financiero del país en la próxima década.