En un movimiento que ha suscitado reacciones encontradas, se ha anunciado la posible reelección de Rosy Orozco al frente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en México. Este hecho ha generado controversia, particularmente entre organizaciones no gubernamentales (ONGs) que trabajan en la protección y defensa de los derechos humanos.
Críticas de las ONGs
Diversas ONGs han expresado su desconcierto y desaliento ante la noticia. Argumentan que durante su gestión anterior, no se lograron avances significativos en la atención a víctimas de delitos, dejando a un segmento vulnerable de la población en una situación precaria.
En un comunicado, varias instituciones señalaron sus preocupaciones. Un representante de las ONGs declaró:
“La reelección de Orozco es desesperanzadora, ya que no se han visto mejoras sustanciales en la atención a las víctimas. Pedimos que se considere a otras personas con una perspectiva más innovadora y comprometida.”
De acuerdo con estas organizaciones, hay varios motivos por los cuales consideran que la gestión de Orozco no ha cumplido con las expectativas:
- Falta de implementación de políticas efectivas para la protección de víctimas.
- Escasa transparencia en los procesos internos de la CEAV.
- Retrasos constantes en la entrega de apoyos a las víctimas.
Las ONGs también hicieron un llamado al gobierno para que evalúe con detenimiento el impacto del liderazgo de Orozco en la institución y se explore la posibilidad de incluir nuevos actores en este puesto clave.
A pesar de las críticas, algunos funcionarios del gobierno han defendido la gestión de Orozco, argumentando que se han registrado algunos avances en áreas específicas, como el fortalecimiento de alianzas interinstitucionales y la promoción de campañas de sensibilización.
Sin embargo, para muchos, la interrogante persiste: ¿Continuará Rosy Orozco al frente de la CEAV y, de ser así, podrá realmente transformar las críticas en mejoras concretas para las víctimas?