La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha incrementado significativamente sus emisiones de dióxido de azufre a la atmósfera en lo que va del año. Este aumento es una preocupación, dado el impacto negativo que estas emisiones tienen en el medio ambiente y en la salud de la población.
Incremento de emisiones
Según datos proporcionados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), las emisiones de dióxido de azufre de Pemex han mostrado un ascenso preocupante en comparación con años anteriores. Varias instalaciones de la compañía han sido identificadas como las principales fuentes de estas emisiones.
“Pemex ha sobrepasado los límites permitidos de dióxido de azufre en múltiples instalaciones, lo que requiere atención urgente por parte de las autoridades”, indicó un portavoz de Semarnat.
Las cifras presentadas muestran un aumento en las siguientes instalaciones de Pemex:
- Refinería de Cadereyta: 35% de incremento en emisiones.
- Planta en Salamanca: 29% más de emisiones registradas.
- Refinería de Tula: Aumento del 22% en emisiones de azufre.
El dióxido de azufre es un contaminante que puede causar problemas respiratorios y otras enfermedades, además de contribuir a la formación de lluvia ácida, lo que afecta la biodiversidad y los cuerpos de agua.
La tendencia al alza de las emisiones ha generado críticas por parte de organizaciones ambientalistas que demandan mayores controles y sanciones para empresas que excedan los límites de contaminación permitidos.
Ante estas cifras, las autoridades han prometido realizar inspecciones más rigurosas en las instalaciones de Pemex y exigir el cumplimiento de normas ambientales más estrictas. Por su parte, voceros de Pemex han declarado que están trabajando en mejoras a sus procesos para reducir el impacto ambiental de sus operaciones.