En un desarrollo clave, Chad Wolf, secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, aclaró que la nueva política del gobierno del presidente Donald Trump no busca cerrar fronteras, sino fortalecerlas y proteger al país ante la amenaza de la pandemia de COVID-19.
Detalles de la política fronteriza
Wolf enfatizó que esta medida busca evitar la propagación del virus mientras se permite el flujo de comercio esencial. Explicó que la administración está tomando decisiones basadas en recomendaciones de expertos en salud pública y agencias de seguridad para manejar la situación de manera efectiva.
En conferencia de prensa, Wolf declaró:
“No estamos cerrando nuestras fronteras, sino implementando medidas específicas para asegurar que protegemos al pueblo estadounidense y prevenimos la propagación del virus en nuestro país.”
La política está diseñada para garantizar que solo el tráfico esencial, como el transporte de mercancías y el movimiento de personal médico, continúe durante la crisis sanitaria. Esto tiene como objetivo proteger tanto la economía como la salud pública.
A continuación, se presentan algunos puntos destacados sobre la medida:
- Restricciones aplicadas a individuos que intentan cruzar la frontera por motivos no esenciales.
- Flujo comercial entre Estados Unidos y México se mantiene activo.
- Colaboración con autoridades mexicanas para implementar controles sanitarios efectivos.
Wolf subrayó que la colaboración con México es crucial en este esfuerzo y que el enfoque ha sido coordinado para asegurar que las medidas sean eficaces y de mutuo beneficio.
Además, aclaró que estas disposiciones son temporales y se revisarán conforme avance la situación de la pandemia. Es fundamental que el público entienda que estas decisiones se están tomando para proteger tanto a los ciudadanos estadounidenses como a los extranjeros que cruzan las fronteras.
Las medidas se revisarán periódicamente para adaptarse a la evolución de las circunstancias y asegurar la seguridad de todos los involucrados, dejando claro el compromiso de la administración de Trump con la seguridad nacional y la salud pública.
