En Siria, la guerra civil que ha asolado al país durante más de una década, ha dejado un paisaje de devastación, destrucción y dificultades para millones de personas. Sin embargo, cierta calma relativa ha permitido recientemente a algunos ciudadanos disfrutar de actividades cotidianas que no eran posibles durante los años más duros del conflicto.

Un respiro de estabilidad

En áreas bajo el control del gobierno sirio, especialmente en Damasco, se ha observado un aumento en la actividad social. Las personas han podido salir a las calles para celebrar eventos, asistir a parques y disfrutar de paseos en sitios históricos como los palacios de Bashar al-Assad. Esta relativa recuperación les otorga un respiro a los ciudadanos que han vivido bajo el temor constante del conflicto armado.

A pesar de la sensación de normalidad que se percibe en ciertas partes, la presencia militar y los controles de seguridad siguen siendo comunes y reflejan la realidad persistente de una nación que no ha logrado superar sus diferencias políticas y sociales.

Los ciudadanos declaran sentir que hay menos miedo en comparación con años anteriores, lo cual para ellos representa una chispa de esperanza en un contexto aún incierto de reconstrucción. Un residente de Damasco comentó:

“Ahora puedo llevar a mis hijos a pasear sin la misma preocupación que sentíamos antes. Espero que sigamos avanzando hacia la estabilidad.”

Sin embargo, los desafíos continúan, ya que la economía siria se encuentra profundamente afectada por el conflicto prolongado, las sanciones internacionales y la inestabilidad regional.

El Banco Mundial ha señalado algunas cifras preocupantes sobre la situación económica del país:

• Más del 80% de la población vive en situación de pobreza.
• El desempleo alcanza cifras alarmantes, afectando principalmente a los jóvenes.
• Se estima que el Producto Interno Bruto de Siria ha caído más de un 60% desde el inicio de la guerra.

Estos datos subrayan la complejidad de un proceso de recuperación que, aunque lento, es observado con cautela y esperanza por sus ciudadanos.