En Nuevo Laredo, Tamaulipas, han surgido acusaciones sobre presuntos abusos por parte de las fuerzas militares en los retenes establecidos en la zona. Habitantes locales han expresado preocupaciones crecientes acerca del comportamiento de los efectivos presentes en estos puntos de control, que según denuncian, sobrepasa las facultades que se les ha conferido.
Denuncias de Abuso
El comité local de derechos humanos, junto con varios ciudadanos, ha señalado que los soldados han incurrido en prácticas que atentan contra los derechos humanos. Una residente declaró que hubo incidentes en donde los militares han ejercido un uso excesivo de la fuerza y agresiones verbales al detener vehículos para inspección.
“Nos revisan como si fuéramos delincuentes. Muchos nos sentimos intimidados y no sabemos cómo actuar cuando nos detienen,” comentó una de las personas afectadas.
Las autoridades militares defienden la implementación de estos retenes argumentando que son necesarios para mantener control y seguridad en una región que históricamente ha enfrentado altos índices de violencia asociada al crimen organizado. Sin embargo, para los ciudadanos, la línea entre protección y abuso parece difuminarse cada vez más según los relatos compartidos.
Según cifras proporcionadas por organizaciones que monitorean la situación en Tamaulipas, se han presentado múltiples quejas formales en los últimos meses. Estos son algunos datos relevantes:
- Se han registrado más de 20 quejas formales por abuso militar.
- Hasta un 30% de los habitantes han declarado sentirse inseguros en retenes.
- Al menos 5 incidentes graves de agresiones físicas han sido documentados.
Estas denuncias buscan, por tanto, obtener una respuesta adecuada de las autoridades gubernamentales que garantice la protección de los derechos humanos, mientras se continúa con el esfuerzo por asegurar la paz en la región. Ante el número creciente de quejas, los ciudadanos abogan por mayor vigilancia y control de aquellos que están encargados de velar por su seguridad.