El anuncio de un posible arancel del 25% a las importaciones de aluminio y acero provenientes de México ha generado preocupación en el sector empresarial de Estados Unidos. Expertos advierten que esta medida podría ser contraproducente para las propias empresas estadounidenses.
Impacto económico potencial
La Cámara de Comercio de Estados Unidos ha alertado sobre los efectos negativos que un arancel de esta magnitud podría tener en su economía. Las industrias que dependen de estos materiales podrían experimentar un aumento significativo en sus costos de producción, impactando a su vez en los precios al consumidor.
Algunos analistas han señalado que esta medida podría beneficiar a otros países competidores, que podrían aumentar su participación en el mercado estadounidense aprovechando las posibles desventajas en costos para productos de México.
- Estados Unidos importó 25 mil millones de dólares en productos de acero y aluminio en 2022.
- México es uno de los principales proveedores, con una participación significativa en el mercado de importaciones de estos materiales.
Además, representantes de la industria han mencionado que las cadenas de suministro, ya de por sí afectadas por la pandemia, podrían experimentar más interrupciones. Esto no solo afectaría a las grandes corporaciones, sino también a medianas y pequeñas empresas que dependen de un flujo constante y asequible de materias primas.
Un portavoz de la Cámara de Comercio fue claro al expresar su preocupación:
“Un arancel del 25% no solo encarecería los productos finales, sino que podría inducir a las empresas a buscar proveedores en otros países, afectando las relaciones comerciales con México.”
Por último, se destaca que este tipo de políticas proteccionistas suelen desencadenar represalias comerciales, lo que podría llevar a una guerra de aranceles entre los dos países. La historia nos ha demostrado que este tipo de enfrentamientos rara vez beneficia a ninguna de las partes implicadas.