En un sorprendente giro de los acontecimientos, se ha reportado que el presidente sirio Bashar al-Assad ha abandonado Damasco, la capital de Siria, ante el avance de fuerzas rebeldes que han comenzado a ingresar a la ciudad. Según fuentes cercanas al conflicto, la situación en Damasco ha escalado rápidamente, provocando un replanteamiento en la estrategia del gobierno sirio.

Avance de las fuerzas rebeldes

El ingreso de las fuerzas rebeldes a Damasco marca un momento crucial en el conflicto sirio, que ha mantenido al país en una guerra civil desde 2011. Las tropas insurgentes han logrado avanzar hacia la capital tras intensos combates en las afueras de la ciudad. Este avance ha sido posible gracias a la coordinación de varias facciones opositoras que han dejado de lado sus diferencias para enfrentar al régimen de Assad. De acuerdo con fuentes locales, los rebeldes han tomado el control de varias áreas clave dentro de la ciudad.

• La entrada de los rebeldes a Damasco ocurre en medio de una intensificación de los ataques aéreos por parte del gobierno.
• La alianza rebelde ha logrado unificar sus esfuerzos tras años de fragmentación.

Se ha mencionado que el presidente Assad pudo haber sido trasladado a un lugar seguro fuera de la capital, aunque no se tienen confirmaciones oficiales sobre su paradero actual. La huida de Assad podría representar una importante victoria simbólica para las fuerzas rebeldes y un duro golpe a la moral del gobierno.

“La situación en Damasco es crítica. Las fuerzas gubernamentales están luchando por mantener el control de la ciudad”, comentó un analista militar en la región.

El futuro inmediato de Siria es incierto, ya que el avance de los rebeldes podría precipitar cambios significativos en la dinámica del conflicto. La comunidad internacional observa con atención los desarrollos en Damasco, evaluando las posibles repercusiones para la región en su conjunto.