A pesar de la promulgación de una ley en Nigeria que otorga a las mujeres el derecho a compartir propiedades familiares, las mujeres nigerianas aún enfrentan barreras significativas para acceder a la tierra. Esta ley, conocida como la Ley de Derecho a la Tierra de las Mujeres, fue un paso importante hacia la igualdad de derechos, pero la implementación efectiva de esta legislación sigue siendo un desafío.
Desafíos persistentes en la implementación
Aunque la ley ha sido bienvenida y celebrada por las defensoras de los derechos de la mujer, la realidad en el terreno muestra una imagen diferente. Muchas mujeres todavía luchan contra las normas culturales y las prácticas patriarcales profundamente arraigadas que les niegan el acceso a la propiedad de la tierra.
Las mujeres en las zonas rurales, en particular, enfrentan barreras adicionales debido a la falta de información y recursos. A menudo, no están al tanto de sus derechos o no tienen los medios para hacerlos valer. Las cifras muestran que la disparidad en la distribución de tierras entre hombres y mujeres sigue siendo significativa.
- Solo el 3% de las mujeres rurales poseen tierras en comparación con el 20% de los hombres.
- El 76% de las mujeres rurales nunca han tenido acceso a recursos legales para reclamar sus derechos.
“Las mujeres siguen dependiendo en gran medida de la buena voluntad de los hombres en sus familias para acceder a la tierra,” comentó una activista local.
La falta de implementación adecuada de la ley se debe, en parte, a la resistencia por parte de los líderes comunitarios y tradicionales. En muchas comunidades, las decisiones sobre la propiedad y el acceso a la tierra son tomadas por ancianos y otros líderes que pueden no estar dispuestos a cambiar las prácticas arraigadas.
- Cerca del 64% de los líderes comunitarios se oponen a la propiedad de tierras por parte de las mujeres.
- El 58% de las mujeres rurales no están involucradas en la toma de decisiones sobre la tierra.
Para abordar estos desafíos, las organizaciones de derechos humanos y los defensores de la igualdad de género están trabajando para aumentar la conciencia sobre la ley y proporcionar apoyo legal a las mujeres. Asimismo, están abogando por cambios en las políticas y las prácticas tradicionales que limitan los derechos de las mujeres.
Es evidente que, aunque la promulgación de la ley fue un paso esencial, se requiere un esfuerzo concertado para superar las barreras culturales y sociales que impiden a las mujeres disfrutar plenamente de sus derechos a la propiedad de la tierra en Nigeria.