Las obras del polémico Tren Maya han estado relacionadas con numerosos problemas y controversias, y ahora se ha descubierto que al menos 17 carreteras federales han sufrido daños significativos durante su construcción. Este megaproyecto, que conecta cinco estados del sureste de México, ha generado un impacto considerable en las infraestructuras viales de la región.
Impacto en la infraestructura federal
De acuerdo con los informes recientes, las obras del Tren Maya han ocasionado estragos que afectan a miles de conductores y residentes locales. Las carreteras dañadas son vitales para las comunidades, ya que facilitan el tránsito diario y el transporte de mercancías. Entre las afectaciones más comunes se encuentran el agrietamiento del pavimento, hundimientos y la obstrucción de arterias principales.
- 17 carreteras federales dañadas.
- Problemas como grietas y hundimientos aumentan el riesgo de accidentes.
- Obstrucción de rutas esenciales para el tránsito local y comercial.
Los habitantes han expresado su frustración ante la situación, ya que se ven obligados a buscar rutas alternas que alargan sus tiempos de viaje y aumentan el gasto en combustibles. Además, el deterioro de las vías afecta negativamente el turismo y la economía de la región. Los empresarios locales han señalado una disminución en la afluencia de visitantes y, en consecuencia, en la actividad económica.
Las autoridades responsables del proyecto han sido cuestionadas por no aplicar medidas preventivas ni soluciones que minimicen estos daños. La falta de mantenimiento adecuado ha exacerbado las condiciones de las carreteras, complicando las posibilidades de reparación rápida y efectiva.
“Es increíble que, en lugar de mejorar la conectividad de la región, el Tren Maya esté provocando más problemas. Necesitamos que las autoridades se comprometan a reparar las carreteras dañadas de inmediato”, comentó uno de los vecinos afectados.
Ante este panorama, las comunidades del sureste de México esperan una pronta respuesta y acciones concretas por parte del gobierno y los responsables de las obras del Tren Maya. Se busca el equilibrio entre el progreso que representa este proyecto y la preservación de la calidad de vida de los habitantes locales.