La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha anunciado un cambio significativo en su estrategia energética al transformar la central termoeléctrica de Tula, Hidalgo, para operar con gas natural en lugar de combustóleo. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio de la CFE por reducir las emisiones contaminantes y fomentar el uso de fuentes de energía más limpias en el país.
Transición hacia el gas natural
La planta de Tula es una de las principales generadoras de electricidad en México, y el cambio a gas natural es visto como un paso clave para disminuir la contaminación ambiental. Según las autoridades, el uso de gas natural permitirá una reducción significativa en las emisiones de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno.
Este proyecto se alinea con las políticas internacionales sobre cambio climático y los acuerdos establecidos por México para reducir su huella de carbono. Se espera que la conversión de la planta incluya no solo ajustes en el suministro de combustible, sino también mejoras en las tecnologías empleadas en la generación de electricidad.
El director de la CFE, Manuel Bartlett, comentó sobre la importancia de esta medida.
“Este cambio no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la eficiencia de nuestras operaciones y reduce costos a largo plazo”,
afirmó.
La decisión de cambiar de combustóleo a gas natural también tiene un componente estratégico para la CFE, considerando la fluctuación de los precios y la disponibilidad de estos recursos energéticos. Con esta transición, la CFE planea asegurar un suministro más estable y menos costoso.
Algunas cifras destacadas incluyen:
- Reducción esperada de emisiones de CO2: alrededor del 40%.
- Reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno: hasta un 95%.
- Aumento en la eficiencia de la planta: cercano al 30%.
Con esta transformación, la CFE busca fortalecer su compromiso con el cuidado ambiental y cumplir con los estándares internacionales de sostenibilidad, marcando un paso importante en la transición energética del país.