El huracán Helene ha dejado un saldo devastador en su paso por el sureste de Estados Unidos, con al menos cuatro muertos y millones de personas sin electricidad. La tormenta, calificada como categoría 3, ha causado estragos con vientos de hasta 120 kilómetros por hora y lluvias torrenciales.
Impacto en la infraestructura
Las autoridades han reportado daños significativos en la infraestructura. Puentes y carreteras han sido destruidos, complicando los esfuerzos de rescate y recuperación. Numerosas comunidades están aisladas, sin acceso a suministros básicos como agua y alimentos.
A continuación, algunos datos estadísticos sobre el impacto de Helene:
- Más de 2 millones de personas sin electricidad.
- Al menos 4 muertos y varios heridos.
- Cientos de hogares destruidos o gravemente dañados.
El Gobernador del estado más afectado, Florida, ha declarado estado de emergencia y ha solicitado ayuda federal para enfrentar la crisis. En una conferencia de prensa, el Gobernador declaró:
“Estamos haciendo todo lo posible para asegurar la seguridad de nuestros ciudadanos y restaurar los servicios básicos lo más rápido posible”.
Reacciones y medidas
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ha movilizado a miles de rescatistas y ha establecido múltiples refugios temporales. Las autoridades también están trabajando con organizaciones de ayuda humanitaria para proporcionar alimentos y medicinas a las áreas afectadas.
Las clases en varias zonas han sido suspendidas y las autoridades locales instan a los ciudadanos a permanecer en sus hogares y evitar caminos peligrosos. Varias aerolíneas han cancelado vuelos y se espera que el tráfico aéreo se vea afectado en los próximos días.
La comunidad internacional ha mostrado su solidaridad, con varios países ofreciendo apoyo logístico y financiero. Se espera que el número de víctimas y daños materiales siga aumentando a medida que las labores de rescate y evaluación continúan.