El Presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ofreció disculpas al pueblo surcoreano en un emotivo mensaje, tras la publicación de documentos desclasificados que muestran la posibilidad de haber declarado la ley marcial durante controversias políticas en el año 2016. Estas revelaciones han generado un debate considerable en la opinión pública sobre la transparencia y las prácticas del gobierno en ese entonces.

Antecedentes de la Controversia

Los documentos recientemente liberados por el Ministerio de Defensa contienen detalles sobre un plan para instaurar la ley marcial, en respuesta a las masivas protestas que pedían la destitución de la entonces presidenta Park Geun-hye. La investigación indica que se consideró seriamente esta medida extrema, aunque finalmente no se llevó a cabo. La gestión de Park Geun-hye se vio envuelta en un escándalo de corrupción, lo que llevó a su eventual destitución y encarcelamiento.

Yoon Suk Yeol buscó distanciarse de las acciones de sus predecesores diciendo que este tipo de situaciones no deberían repetirse. En una declaración pública, expresó:

“La revelación de tales documentos resulta profundamente inquietante, y quisiera ofrecer mis más sinceras disculpas al pueblo de Corea del Sur por el temor e incertidumbre que estos planes pudieron haber causado”.

El contexto en que se realizó este plan pone de manifiesto la gravedad con la que el gobierno había considerado reprimir las manifestaciones ciudadanas. Entre los detalles del plan se incluían movimientos tácticos de tropas y el despliegue de tanques para controlar las protestas masivas.

Desde la divulgación de estos documentos, ha habido un aumento en las demandas de mayor transparencia en los procesos gubernamentales y un llamado a revisar las políticas de seguridad nacional para asegurar que primen los derechos civiles y la democracia.

• En 2016, miles de surcoreanos salieron a las calles exigiendo la destitución de Park Geun-hye.
• Documentos desclasificados muestran un plan detallado para implementar la ley marcial.
• El plan contemplaba el despliegue de tropas y uso de tanques en contra de los manifestantes.