En una reciente comparecencia ante el Congreso de los Estados Unidos, Tom Homan, quien ha sido designado por el expresidente Donald Trump como su asesor en temas de frontera, dejó clara su postura sobre la situación migratoria y los desafíos que enfrenta el país por dicho fenómeno. Homan, quien también dirigió el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) durante la administración de Trump, criticó enfáticamente las políticas actuales de gestión fronteriza y migración.

Preocupaciones sobre la seguridad fronteriza

Durante su intervención, Homan destacó que el país está viviendo una crisis sin precedentes en su frontera sur. Afirmó que las políticas actuales han derivado en un aumento significativo del cruce ilegal de personas y de contrabando de drogas. Según sus palabras, para resolver estos problemas, es imperativo considerar medidas más estrictas y reforzar la seguridad en la frontera.

“La situación en la frontera no es sostenible. Las políticas débiles alientan a los inmigrantes a cruzar ilegalmente, poniendo en peligro su seguridad y la de nuestro país”, manifestó Tom Homan.

Homan también insistió en que una respuesta contundente y práctica es necesaria para abordar no sólo el flujo de personas, sino también la entrada masiva de drogas ilegales que están afectando a comunidades locales a lo largo de Estados Unidos.

Durante la presentación se mencionaron diversas estadísticas que subrayan la magnitud del problema:

• Un aumento del 40% en los cruces ilegales desde que se modificaron las políticas migratorias previas.
• Incautaciones de fentanilo en niveles récord, un 110% más en el último año.
• Un crecimiento del 25% en el número de inmigrantes detenidos que presentaron antecedentes criminales.

En conclusión, Tom Homan insiste en que el gobierno de Estados Unidos necesita reevaluar su aproximación a la inmigración y la seguridad fronteriza si desean reducir los riesgos asociados y proteger tanto a ciudadanos del país como a los mismos inmigrantes. Sus declaraciones ante el Congreso reflejan un llamado urgente a la acción, enfatizando que no actuar podría generar consecuencias aún más graves en el futuro cercano.