En medio de un periodo de incertidumbre para el Poder Judicial de la Federación, ha surgido una fuerte controversia respecto a la metodología propuesta para la designación de jueces y magistrados en México. Un gran grupo de jueces y magistrados ha elevado su voz, calificando de “humillante” la idea de que su futuro se decida mediante un sorteo, una propuesta que, según ellos, socava la dignidad y la profesionalidad de sus posiciones.
Preocupaciones en el Poder Judicial
El debate actual se centra en la sugerencia de asignar puestos judiciales a través de un sistema aleatorio, elemento que ha encendido un amplio rechazo dentro de la judicatura. Los jueces argumentan que este método reduce la complejidad y el mérito inherente al sistema de justicia a una mera cuestión de suerte. Hay una preocupación palpable de que esta práctica, de implementarse, podría minar la confianza pública en el sistema judicial.
“Esta propuesta es una afrenta a nuestra carrera y a la justicia misma”, declaró un juez que prefirió mantener el anonimato.
Los críticos señalan que la asignación al azar ignora el arduo trabajo, el conocimiento especializado y la experiencia que caracterizan a los miembros del poder judicial. Además, afirman que este enfoque podría desincentivar el desarrollo profesional y la búsqueda de la excelencia dentro de sus filas.
Las estadísticas revelan que los procesos actuales de designación, aunque son objeto de mejoras y revisiones, funcionan sobre la base de criterios establecidos que incluyen evaluación de desempeño y antigüedad. A través de estos métodos tradicionales, se busca asegurar que las personas más calificadas accedan a roles de mayor responsabilidad.
- Actualmente, hay aproximadamente 1,500 jueces y magistrados en el país.
- El 30% de las posiciones son ocupadas por mujeres, reflejando una creciente diversidad.
- Aproximadamente el 60% de los jueces en activo tiene más de 20 años de experiencia en el sistema judicial.
En conclusión, el sistema judicial enfrenta un reto relevante que no solo involucra sus métodos de selección, sino también la percepción pública de su integridad y eficacia. La discusión continuará en