La atención a la emergencia en Acapulco tras el paso del huracán Otis ha tenido un costo elevado para el gobierno de México, con un gasto diario de aproximadamente 100 millones de pesos. Esta cifra cubriría los costos de asistencia humanitaria, reconstrucción y los esfuerzos para restablecer los servicios básicos en la zona afectada.

Impacto financiero y esfuerzos en la región

El huracán Otis golpeó con fuerza la costa del Pacífico mexicano, provocando daños significativos en la infraestructura de Acapulco. Las autoridades tanto federales como estatales se han movilizado para proporcionar apoyo inmediato a los damnificados y para iniciar trabajos de reconstrucción. Según las estimaciones oficiales, el costo diario para enfrentar la crisis ha alcanzado los 100 millones de pesos, lo que representa una gran carga financiera para los recursos públicos.

Se han implementado varias medidas para mitigar el impacto y garantizar el bienestar de los afectados, que incluyen:

• Distribución de alimentos y agua potable.
• Habilitación de albergues temporales.
• Restablecimiento de servicios de energía eléctrica y telecomunicaciones.
• Reparación de carreteras y puentes dañados.

El Coordinador Nacional de Protección Civil destacó la importancia de estas acciones para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes de Acapulco. Además, subrayó que las operaciones no solo se enfocan en la asistencia inmediata, sino también en una recuperación sostenible a largo plazo.

“Estamos trabajando arduamente para hacer frente a esta situación, priorizando la seguridad de las personas y el restablecimiento de los servicios básicos,” afirmó el funcionario.

El gobierno ha solicitado apoyo adicional para enfrentar este desafío, mientras se evalúan más opciones para financiar las necesidades emergentes en el área. Al mismo tiempo, se ha hecho un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones no gubernamentales para proporcionar asistencia y recursos necesarios en estos momentos críticos.

La situación sigue siendo crítica, y las autoridades han advertido que el proceso de recuperación podría tardar meses. El consenso general apunta a la necesidad de un esfuerzo conjunto para superar los retos presentados por el huracán Otis