El país asiático de Corea del Sur ha estado enfrentando una profunda crisis política que ha capturado la atención del mundo entero. Esta situación, que ha llegado a generar protestas masivas y tensiones dentro del gobierno, se centra principalmente en el escándalo que involucra a la entonces presidenta Park Geun-hye. La controversia surgió a partir de las acusaciones de corrupción y abuso de poder, lo que desencadenó una serie de eventos sin precedentes en la política surcoreana.
Contexto de la crisis
Park Geun-hye se convirtió en la primera mujer presidente de Corea del Sur cuando asumió el cargo en 2013. Sin embargo, su mandato se vio empañado por una serie de escándalos, el más significativo de los cuales giró en torno a la relación con su amiga cercana, Choi Soon-sil. Choi, quien no ocupaba ningún cargo oficial, fue acusada de haber utilizado su amistad con Park para influir en asuntos de estado y obtener beneficios económicos personales.
La situación provocó manifestaciones masivas en Seúl y otras ciudades del país, donde cientos de miles de ciudadanos surcoreanos salieron a las calles para exigir la renuncia de Park. La investigación reveló conexiones entre Choi y varios conglomerados empresariales surcoreanos, lo que intensificó aún más la indignación pública.
- Más de un millón de personas participaron en las protestas semanales.
- El índice de aprobación de Park cayó a un mínimo histórico de 4 por ciento.
- El 9 de diciembre de 2016, la Asamblea Nacional votó por el juicio político de Park Geun-hye.
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur confirmó la destitución de Park en marzo de 2017, marcando un momento decisivo en la política del país. El fallo desencadenó elecciones anticipadas, en las que Moon Jae-in, del Partido Democrático, fue finalmente elegido como nuevo presidente.
“Este escándalo es una llamada de atención para la democracia surcoreana”, afirmó un analista político sobre el caso.
La crisis surcoreana no solo reconfiguró el panorama político nacional, sino que también subrayó