En medio de las discusiones sobre la seguridad en México, el embajador de Estados Unidos en el país, Ken Salazar, arrojó algunos comentarios críticos sobre la estrategia de seguridad del gobierno mexicano encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Según el diplomático, la política de “abrazos, no balazos” no ha dado los resultados esperados para combatir la violencia y el crimen organizado en el territorio mexicano.
La estrategia de seguridad bajo escrutinio
Durante una conferencia de prensa, Salazar destacó que, pese a las intenciones del gobierno de López Obrador de reducir la violencia, la situación sigue siendo preocupante. El embajador resaltó que la violencia relacionada con el narcotráfico ha aumentado en algunas regiones del país.
Salazar subrayó la importancia de mantener una colaboración estrecha entre México y Estados Unidos para abordar este desafío común. En este sentido, el embajador hizo énfasis en la necesidad de reforzar las acciones conjuntas para enfrentar las organizaciones criminales que operan a lo largo de la frontera.
“El apoyo y la cooperación entre ambos países es esencial para lograr resultados efectivos y duraderos en la lucha contra el narcotráfico”, afirmó el embajador estadounidense.
En el contexto actual, las estadísticas sobre la violencia en México siguen generando preocupación. Según los datos más recientes, el país enfrenta cifras alarmantes respecto a homicidios vinculados al crimen organizado:
- Aumento del 10% en homicidios durante el último año.
- Más de 30 mil muertes anuales relacionadas con la violencia del narcotráfico.
A pesar de estas cifras, el presidente López Obrador ha defendido su estrategia, argumentando que el enfoque de desarrollo social y programas de bienestar es clave para abordar las raíces del problema. Sin embargo, las críticas al enfoque actual continúan, con voces que argumentan que se necesita un replanteamiento profundo de la estrategia de seguridad.
En conclusión, el debate sobre la idoneidad y eficacia de la política de seguridad en México sigue siendo un tema central en la agenda tanto a nivel nacional como internacional. Las declaraciones del embajador Salazar ponen en relieve la necesidad de una evaluación continua de los enfoques