La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha criticado duramente a los republicanos y al recién nombrado presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, por sus intentos de derogar la Ley CHIPS y Ciencia de 2022. Esta ley, firmada por el presidente Joe Biden, tiene como objetivo fortalecer la fabricación de semiconductores en Estados Unidos, un sector crucial para la economía y la seguridad tecnológica del país.
La importancia de la Ley CHIPS
La Ley CHIPS tiene como propósito incentivar la producción doméstica de chips semiconductores. A través de esta legislación, se busca reducir la dependencia de Estados Unidos de proveedores extranjeros y asegurar una cadena de suministro estable y segura. La industria de los semiconductores es vital para diversas áreas de la economía, incluyendo la automotriz, electrónica de consumo, y defensa.
Harris enfatizó que este plan no solo es importante para preservar empleos en el país, sino también para el futuro tecnológico de Estados Unidos. La vicepresidenta mencionó que los semiconductores son el “cerebro de la tecnología moderna” y que sin una acción inmediata, Estados Unidos corre el riesgo de quedarse atrás en innovación y desarrollo.
“Intentar derogar esta ley es un paso hacia atrás que nos perjudica a todos”, afirmó Harris.
Por su parte, los republicanos han argumentado que la Ley CHIPS representa un gasto innecesario y han puesto en duda su efectividad. Sin embargo, Harris destacó los logros ya visibles desde su implementación, como el aumento en la inversión dentro del país y la creación de nuevos empleos en el sector manufacturero.
- Más de 50,000 nuevos empleos creados desde 2022.
- Inversiones superiores a los 100 mil millones de dólares en infraestructuras para semiconductores.
La lucha por la fabricación de semiconductores ha cobrado relevancia internacional en los últimos años, especialmente en el contexto de las tensiones comerciales con China, quien es uno de los principales productores de chips a nivel mundial.
La administración Biden, con el apoyo de figuras como Kamala Harris, sigue defendiendo la Ley CHIPS como una medida estratégica para el crecimiento económico y la seguridad nacional. Las implicaciones de su derogación podrían ser significativas para diversas industrias que dependen de estos componentes para su funcionamiento diario.