El Senado de la República se encuentra debatiendo el proyecto de decreto que busca transferir el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). El dictamen ha generado un intenso debate entre senadores de diferentes partidos.
Posturas encontradas
La iniciativa ha suscitado preocupación en algunos sectores de la sociedad y entre legisladores de oposición, quienes consideran que la medida podría militarizar aún más la seguridad pública del país. Por el contrario, los defensores de la propuesta argumentan que la Sedena cuenta con los recursos y la experiencia necesarios para fortalecer a la Guardia Nacional.
Julen Rementería, coordinador del PAN en el Senado, advirtió sobre los riesgos de la militarización:
“Esta medida podría tener implicaciones negativas en materia de derechos humanos y civiles. Es importante no perder de vista que la seguridad pública debe seguir siendo una función de carácter civil.”
Por su parte, el senador Ricardo Monreal, de Morena, defendió la propuesta al señalar:
“La transferencia de la GN a la Sedena no implica la militarización de la seguridad pública, sino el fortalecimiento institucional y operativo de la Guardia Nacional.”
- En 2022, la Guardia Nacional contaba con 100,000 elementos desplegados en todo el país.
- De estos, el 80% proviene del Ejército y la Marina.
- El presupuesto asignado a la GN en 2023 es de aproximadamente 50 mil millones de pesos.
El dictamen aprobado previamente en la Cámara de Diputados ha recibido críticas por la falta de un profundo análisis y debate legislativo. La oposición ha manifestado preocupación por el acelerado proceso de aprobación y ha solicitado mayores discusiones y consultas con especialistas y la sociedad civil.
Se espera que la discusión en el Senado continúe durante los próximos días. Los legisladores del PAN, PRI, PRD y MC han expresado su intención de votar en contra de la iniciativa, mientras que los senadores de Morena y sus aliados del PT y PVEM han manifestado su apoyo a la medida. La votación final será un momento crucial para el futuro de la Guardia Nacional y la política de seguridad en México
