En un desarrollo sorprendente en el ámbito político estadounidense, ha surgido un proyecto de ley en el Congreso que busca permitir que los presidentes de Estados Unidos puedan postularse para un tercer mandato. Actualmente, la 22ª Enmienda de la Constitución, ratificada en 1951, prohíbe que cualquier persona sea elegida como presidente más de dos veces. Sin embargo, algunos legisladores están proponiendo que se elimine esta restricción.
Propuesta en el Congreso
El representante Mark Johnson, un republicano de Texas, ha presentado la propuesta de enmienda constitucional que permitiría a los presidentes postularse por un tercer término consecutivo. Johnson argumentó que la enmienda original fue aprobada en un contexto histórico diferente, y que el pueblo estadounidense debería tener la opción de elegir líderes por más de dos términos si así lo desean.
“La 22ª Enmienda limita innecesariamente la voz del pueblo estadounidense y debería ser reconsiderada para adaptarse a los tiempos modernos”, afirmó Johnson durante una conferencia de prensa.
La propuesta ha generado un debate significativo tanto en el Congreso como en la opinión pública. Los opositores argumentan que permitir un tercer mandato podría conducir a un exceso de poder y disminuir los controles democráticos que previenen una concentración de poder en una sola persona.
- La 22ª Enmienda fue ratificada en 1951.
- Prohíbe más de dos mandatos para cualquier presidente.
- Debe ser aprobada por dos tercios de ambas cámaras del Congreso y ratificada por tres cuartas partes de los estados.
El proceso para cambiar una enmienda constitucional es arduo y requiere un amplio consenso político. Expertos en derecho constitucional han señalado que, aunque la propuesta de enmienda es posible, enfrenta un camino difícil en su implementación.
La reacción pública ha sido mixta, con algunos ciudadanos apoyando la idea de tener más flexibilidad en las elecciones presidenciales, mientras que otros temen que tales cambios puedan desestabilizar la democracia estadounidense. Este diálogo se intensificará en las semanas y meses venideros mientras el Congreso debate la viabilidad y las implicaciones de este potencial cambio constitucional.