El impacto del huracán Otis en Acapulco ha dejado una huella profunda que, según expertos, podría llevar hasta diez años en ser resarcida. Las pérdidas económicas y sociales son cuantiosas, y la reconstrucción de la infraestructura requerirá un esfuerzo monumental.
Impacto económico y social
El sector turístico, pilar de la economía en Acapulco, ha sido gravemente afectado. Las cifras preliminares apuntan a una devastación generalizada:
- Pérdidas económicas que superan los miles de millones de pesos.
- Centenares de establecimientos hoteleros y restaurantes dañados.
- Cientos de empleos perdidos o suspendidos temporalmente.
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Acapulco (Canaco Servytur) ha manifestado su preocupación por la situación, destacando que la recuperación del sector no solo depende de la reconstrucción física, sino también de la reactivación económica que incentivará el retorno de turistas.
Al respecto, un representante de la Canaco indicó:
“La magnitud del daño en Acapulco es una llamada de atención para reforzar las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales en la región.”
Desafíos de la reconstrucción
Los desafíos logísticos y financieros para levantar nuevamente a Acapulco son enormes. Se planea una serie de estrategias que incluyen:
- Inversión pública y privada para la reconstrucción de infraestructura.
- Programas de apoyo social para los afectados.
- Reformas en los planes de desarrollo urbano para mejorar la resiliencia.
Las autoridades locales y federales están colaborando para priorizar áreas de atención inmediata, como vialidades principales, servicios básicos y refuerzo en la infraestructura turística. Sin embargo, los expertos advierten que un esfuerzo coordinado por parte de todos los sectores será vital para lograr una recuperación integral en el largo plazo.
Con este panorama, la resiliencia y la solidaridad de los habitantes de Acapulco serán cruciales