El puerto de Manzanillo, ubicado en Colima, enfrenta actualmente desafíos significativos que están afectando su eficiencia y operación. Según reportes recientes, las actividades en este puerto se están viendo entorpecidas por problemas de saturación y prácticas corruptas, lo cual tiene un impacto directo en el comercio y la economía de la región.
Problemas de Saturación
Manzanillo es uno de los puertos más importantes en México, es un punto de entrada esencial para el comercio internacional. Sin embargo, la infraestructura actual no es suficiente para manejar el volumen creciente de carga que llega a sus instalaciones. La saturación ha provocado demoras en la descarga y carga de mercancías, afectando tanto a importadores como a exportadores.
- La congestión ha aumentado el tiempo de espera de los transportistas.
- Se reportan demoras de hasta 12 horas en el procesamiento de mercancías.
- Las largas filas de camiones son una vista común en las inmediaciones del puerto.
Corrupción y “Moches”
Además de la saturación, la presencia de la corrupción está agravando la situación en el puerto de Manzanillo. Varios actores de la industria han señalado la existencia de pagos ilícitos, conocidos como “moches”, exigidos por algunos funcionarios para agilizar trámites y liberar la mercancía de manera más rápida.
Un empresario anónimo señaló que, “sin pagar estos moches, los trámites pueden tardar el doble de tiempo”.
Estos actos de corrupción no solo causan pérdidas económicas, sino que también dañan la reputación del puerto como punto eficiente de comercio internacional.
Ante estos problemas, tanto empresas como autoridades locales han llamado a tomar medidas urgentes para mejorar la infraestructura del puerto y eliminar cualquier forma de corrupción. Se espera que las autoridades federales intervengan para enfrentar estos desafíos y asegurar que Manzanillo pueda operar de manera eficiente, segura y transparente.