En la Ciudad de México, el Día de Muertos se celebró con un majestuoso desfile que atrajo a miles de personas a lo largo del Paseo de la Reforma. Este evento es una de las actividades más emblemáticas de la capital mexicana para conmemorar una tradición que data de tiempos prehispánicos y que, con el paso del tiempo, ha adquirido un carácter urbano y moderno gracias a este tipo de celebraciones masivas.

El desfile y sus participantes

El desfile contó con la participación de cientos de artistas y voluntarios que desempeñaron una serie de espectáculos llenos de color y tradición. Carros alegóricos decorados con figuras tradicionales, como catrinas y alebrijes, recorrieron las principales avenidas, mientras que comparsas y bandas de música acompañaban el desfile creando una atmósfera única.

La Secretaría de Cultura informó que el evento buscó promover la diversidad cultural de México y rendir homenaje a las tradiciones ancestrales del país. Asimismo, se destacaron las siguientes estadísticas del evento:

• Más de 800 participantes desfilaron en la celebración.
• Se presentaron alrededor de 10 carros alegóricos.
• El desfile fue presenciado por aproximadamente un millón de personas.

El evento no solo busca atraer a turistas nacionales e internacionales, sino también fortalecer un sentido de identidad y pertenencia entre los ciudadanos. La tradición del Día de Muertos ha sido reconocida por su valor cultural y espiritual, y celebraciones como este desfile tienen como objetivo mantener viva la memoria de los difuntos a través del arte y la cultura.

Una de las participantes del desfile expresó emocionada:

“Es un honor formar parte de este evento. Nuestra cultura es rica y única, y es hermoso poder compartirla con tanta gente”.

El desfile es solo una de las muchas actividades que se llevan a cabo en México durante estas fechas, donde se invita a las familias a recordar a sus seres queridos con ofrendas y altares en sus hogares. Esta conmemoración mantiene viva una tradición que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2008, declarado por la UNESCO.