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El impuesto al carbono en México necesita ajustes y mayor vigilancia para ser efectivo en la reducción de emisiones y cumplir con los objetivos climáticos.
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Efectividad del impuesto al carbono en México cuestionada

En los últimos años, el impuesto al carbono ha sido señalado como una herramienta clave para la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, varios expertos ponen en duda su efectividad en México, destacando que las políticas vigentes no están logrando los objetivos planteados.

Opiniones encontradas

Leonardo Bravo, investigador del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), afirmó que el impuesto al carbono, que se implementó en México en 2014, no ha tenido el impacto esperado en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. “El diseño del impuesto y la falta de incentivos para la transición hacia energías limpias han limitado su eficacia”, comentó.

De acuerdo con datos del INECC, se han identificado varios problemas con la implementación del impuesto en el país:

  • La tasa del impuesto es relativamente baja en comparación con otros países.
  • No se han establecido objetivos claros para la reducción de emisiones.
  • Falta de inversiones en infraestructura para energías renovables.

Otro aspecto a considerar es la evasión fiscal. Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), muchas empresas encuentran formas de evitar el pago del impuesto, reduciendo así su efectividad. “Es fundamental mejorar los mecanismos de vigilancia y sancionar a aquellos que evaden el impuesto”, mencionó Daniela Barrientos, investigadora del CIEP.

El gobierno mexicano ha reconocido estos problemas y ha prometido tomar medidas para mejorar la implementación del impuesto al carbono. Sin embargo, los críticos señalan que todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el acuerdo de París.

“México necesita una política climática más ambiciosa y coherente. No se trata solo de imponer impuestos, sino de fomentar un cambio real en el comportamiento de las empresas y los consumidores”, añadió Bravo.

Es claro que, aunque el impuesto al carbono es un paso en la dirección correcta, su aplicación en México requiere de ajustes importantes para ser verdaderamente efectivo. La colaboración entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil será esencial para enfrentar los retos del cambio climático de manera exitosa.

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