En las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, el voto latino emerge como un factor crucial para determinar el resultado, particularmente en estados clave como Arizona, Nevada y Florida. Con un electorado latino que sigue creciendo, tanto Donald Trump como Kamala Harris están intensificando sus esfuerzos para ganar este importante grupo demográfico.
El impacto del voto latino
Históricamente, el voto latino ha mostrado una diversidad en sus preferencias políticas, lo cual representa un reto para los partidos políticos. En las elecciones de 2020, aproximadamente dos tercios de los votantes latinos apoyaron al entonces candidato demócrata Joe Biden, mientras que un tercio se inclinó por Trump. Este año, ambos candidatos están trabajando arduamente para influenciar a este sector.
El Partido Republicano, liderado por Donald Trump, ha estado enfocando su atención en cuestiones económicas y la política exterior en América Latina. Argumentan que las políticas económicas de Trump, particularmente en términos de impuestos y desregulación, han beneficiado a las comunidades hispanas. En un reciente mitin en Florida, Trump declaró:
“Bajo mi administración, la economía para las familias hispanas floreció como nunca antes”
Por su parte, Kamala Harris ha centrado su campaña en temas de justicia social y derechos de los inmigrantes. La campaña demócrata enfatiza en brindar soluciones amplias para la reforma migratoria, algo que sigue siendo una prioridad para muchos votantes latinos. En un evento en Nevada, Harris afirmó:
“Nos comprometemos a luchar por un sistema de inmigración justo que refleje nuestros valores como nación de acogida”
El electorado latino se compone de unos 32 millones de personas, con una diversidad que va desde jóvenes de segunda generación hasta recién llegados. Según un estudio, se estima que:
- 31% de los latinos se identifican como republicanos o inclinados hacia los republicanos.
- 63% se identifican como demócratas o inclinados hacia los demócratas.
- El 6% restante no se inclina claramente hacia ningún partido.
Ambos partidos están conscientes de la importancia de la movilización de este segmento. Con el alto número de jóvenes latinos aptos para votar, las estrategias de campaña incluyen un enfoque significativo en redes sociales y eventos en comunidades locales. En definitiva, el resultado de las elecciones podría depender significativamente de la capacidad de cada candidato para conectar y atraer al creciente y diverso electorado latino.
