De acuerdo con un estudio reciente realizado por la consultora global en tecnología, McKinsey & Company, el 90% de las empresas en México aún no están preparadas para cumplir con las regulaciones emergentes en torno a la inteligencia artificial (IA). Este hallazgo subraya la urgente necesidad de que las compañías mexicanas adopten medidas para garantizar el cumplimiento de estas nuevas normativas.
Desafíos en la implementación de IA
El informe de McKinsey detalla que muchas empresas enfrentan diversos desafíos al intentar implementar tecnologías de IA de manera efectiva. Estos desafíos van desde la falta de infraestructura tecnológica adecuada hasta la escasez de talento especializado en el campo de la IA. Un portavoz de McKinsey comentó:
“Las empresas necesitan invertir no solo en tecnología, sino también en formación y desarrollo de habilidades para sus empleados.”
- El 60% de las empresas carecen de la infraestructura tecnológica necesaria.
- El 30% enfrenta una escasez de personal calificado en IA.
- El 40% no tiene políticas claras sobre el uso ético de la IA.
Además, el estudio señala que la falta de regulación clara en torno a la inteligencia artificial es otro factor que contribuye a la inacción de las empresas. Aunque se espera que las nuevas normativas promuevan un uso más responsable de estas tecnologías, muchas compañías aún no han tomado los pasos necesarios para asegurarse de cumplir con ellas.
En respuesta a estos desafíos, McKinsey recomienda que las empresas empiecen a desarrollar estrategias a largo plazo que incluyan la contratación de expertos en inteligencia artificial, la actualización de la infraestructura tecnológica y la definición de políticas claras y éticas para el uso de la IA.
El informe concluye que aquellos que adopten un enfoque proactivo hacia la regulación de la IA no solo estarán mejor posicionados para cumplir con las normativas futuras, sino que también podrán aprovechar las tecnologías de IA para impulsar la innovación y el crecimiento empresarial.
Por lo tanto, es esencial que las empresas mexicanas comiencen a actuar ahora para cerrar la brecha de preparación y asegurar un uso responsable y efectivo de la inteligencia artificial en sus operaciones.