Una nueva investigación ha destacado que los trabajadores que continúan asistiendo a oficinas de manera presencial experimentan niveles más altos de estrés en comparación con aquellos que trabajan desde casa. Este estudio, realizado por varias universidades, señala que el entorno de oficina y los desplazamientos diarios son factores que contribuyen al aumento del estrés laboral.
Causas del estrés en el trabajo presencial
El estudio indica que las largas horas de trabajo en un entorno de oficina pueden ser estresantes debido a diversas razones. Los aspectos más destacados incluyen:
- El tráfico y tiempo de desplazamiento hacia y desde la oficina.
- La necesidad de mantener una apariencia profesional durante toda la jornada laboral.
- Distracciones y ruido en el ambiente de trabajo.
- Interacciones cara a cara no planificadas con colegas y supervisores.
Por otro lado, quienes tienen la posibilidad de trabajar desde casa reportan una menor presión relacionada con estos factores. Esto se debe a la flexibilidad para organizar su espacio de trabajo y la comodidad de evitar desplazamientos prolongados.
Un empleado encuestado mencionó:
“Trabajar desde casa me ha permitido equilibrar mejor mi tiempo, y me siento menos agotado al final del día.”
Estos hallazgos han generado discusión entre empresas y trabajadores sobre las mejores prácticas para reducir el estrés laboral mientras se preserva la productividad. Algunas empresas están considerando alternativas como horarios flexibles, trabajo híbrido y otros recursos para mejorar el bienestar de sus empleados.
En cuanto a la opinión pública, estadísticas recientes muestran que:
- Un 60% de los trabajadores presenciales reportan sentir estrés diariamente.
- Un 45% de las personas que trabajan desde casa manifiestan una mejora en su salud mental.
Es evidente que la forma de trabajar está en constante evolución y las empresas deberán adaptarse para garantizar tanto la salud de sus empleados como su productividad a largo plazo.