Europa se prepara para una nueva ola de “América primero” en las políticas estadounidenses, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos. Esta postura es una preocupación para los líderes europeos que temen un impacto negativo en las relaciones transatlánticas y en temas clave como el comercio, la seguridad y el cambio climático.

Estrategia europea ante el posible cambio en la política estadounidense

Los líderes europeos han empezado a planificar con antelación, anticipando que tanto los demócratas como los republicanos podrían adoptar una política centrada en los intereses nacionales de Estados Unidos. Bruselas está considerando nuevas alianzas estratégicas y la posibilidad de fortalecer sus posiciones en temas clave para proteger los intereses del continente.

Según un alto funcionario de la Unión Europea, la organización está trabajando en varias áreas para enfrentar potenciales cambios. Las iniciativas incluyen:

• Reconfigurar las alianzas comerciales.
• Fortalecer la cooperación interna en defensa y seguridad.
• Accelerar las acciones sobre el cambio climático de manera independiente de EE.UU.

Un diplomático europeo señaló que

“ya no podemos depender únicamente de Estados Unidos para abordar nuestras preocupaciones de seguridad y económicas.”

La creciente tensión entre ambos continentes destaca la necesidad de que Europa asuma un papel más significativo en el escenario global. El liderazgo europeo está tomando medidas preventivas para mitigar cualquier retroceso en las relaciones, asegurando que la cooperación económica y de seguridad no se vea comprometida.

A pesar de las incertidumbres, los dirigentes europeos están confiados en que podrán adaptarse a las políticas que emanen del nuevo gobierno estadounidense, cualquiera que este sea. Sin embargo, reconocen que los próximos meses serán cruciales para determinar el enfoque europeo y su capacidad de maniobra en este nuevo contexto internacional.