Más de 5 mil personas han sido evacuadas en el estado de Guerrero debido a los efectos del huracán John, el cual ha provocado fuertes lluvias y vientos, además de deslizamientos de tierra y severas inundaciones en varias comunidades de la región sur del país.
De acuerdo con las autoridades, las evacuaciones se llevaron a cabo en diversas zonas de alto riesgo, donde las condiciones meteorológicas amenazaban la seguridad de los habitantes. En particular, se ha reportado la evacuación de poblaciones costeras y áreas rurales, donde la vulnerabilidad a los embates del huracán es mayor.
Medidas de seguridad
Protección Civil ha desplegado operativos de emergencia para asistir a los afectados y garantizar su seguridad. Se han habilitado varios refugios temporales, y se está proporcionando alimento, agua y servicios de salud para atender a los evacuados. Hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales, pero sí numerosos daños materiales.
Algunos de los datos proporcionados por las autoridades incluyen:
- 5,000 personas evacuadas
- 20 comunidades afectadas
- 15 refugios temporales habilitados
Luis Alberto López, director de Protección Civil, manifestó la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades y permanecer en los refugios mientras dure la emergencia. También comentó sobre los protocolos que se están siguiendo para evitar la propagación de enfermedades en los albergues:
“Estamos trabajando de manera coordinada con los servicios de salud para prevenir brotes de enfermedades infecciosas. La prioridad es mantener a salvo a nuestra población.”
Las autoridades meteorológicas pronostican que el huracán John continuará afectando la región durante las próximas 48 horas, por lo que se mantienen en alerta máxima y exhortan a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales.
Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de ciertas regiones del país ante fenómenos naturales y la necesidad de contar con planes de emergencia y protocolos de actuación que permitan una respuesta rápida y efectiva ante este tipo de eventos. Según López, es esencial “fortalecer la cultura de prevención y la resiliencia comunitaria para enfrentar estos retos climáticos.”